Prueba de campo del Raiderstove en Val Grande, Italia
Durante una caminata en solitario de tres días por el Parque Nacional Val Grande, una de las últimas áreas verdaderamente salvajes de Italia, confié en el hornillo de titanio Raiderstove para todas mis necesidades de cocina al aire libre. En un entorno donde acampar sigue siendo legal si se hace con respeto y sin dejar rastro, este hornillo ultraligero resultó ser un compañero ideal. Con poco más de 100 gramos de peso, apenas añadió carga a mi mochila, pero demostró ser sólido y eficiente una vez montado. Acampé cerca de Alpe Prà, a unos 1.400 metros, donde era fácil recoger ramas secas y piñas. Montar el hornillo llevó solo unos segundos, y el cuerpo de titanio soportó el calor muy bien, manteniéndose estable incluso en terreno irregular. Cociné cuscús, lentejas y sopa con poco combustible, y herví agua para el té en menos de 10 minutos. La llama se mantuvo estable incluso con viento ligero, y solo tuve que añadir ramas cada 10–15 minutos para mantener el calor. La limpieza fue rápida: un puñado de ceniza, sin olor fuerte a humo y el hornillo se enfrió rápidamente. Para una experiencia de acampada salvaje en un entorno protegido pero permisivo como Val Grande, el hornillo de titanio fue perfecto: ultraligero, resistente y eficiente en combustible. Lo recomendaría a cualquier excursionista que busque libertad, simplicidad y fiabilidad en su cocina de exterior.